El fabricante líder de vehículos y equipos de extinción de incendios había observado una contaminación de aceite en sus herramientas mecánicas, que resultó ser agresiva y prácticamente imposible de eliminar del material subyacente. Tal como pudieron determinar los expertos de MOTOREX, la causa del problema era una proliferación no deseada de bacterias en el lubricante refrigerante de otro fabricante empleado anteriormente. El cambio a SWISSCOOL 8000 de MOTOREX hizo que el trabajo fuera más limpio, seguro y agradable. Además, supuso una ventaja económica.
La ciudad austriaca de Leonding (cerca de Linz) alberga la sede central y una de las mayores fábricas de Rosenbauer, el principal fabricante de vehículos y equipos de extinción de incendios. En las instalaciones de producción mecánica de la empresa, el acero, el aluminio y el latón fundido se mecanizan en tornos y fresadoras CNC automatizados de última generación. El resultado tiene que cumplir las normas más exigentes.
Sin embargo, en las máquinas aparecía repetidamente una contaminación de aceite y con un olor desagradable que atacaba al material subyacente y era muy difícil de eliminar. «El refrigerante que usábamos en ese momento empezó a volverse de color marrón y parecía como si los componentes de agua y aceite se hubieran separado», comenta Michael Brunmayr, responsable de producción mecánica de Rosenbauer. «Como resultado, encontramos residuos persistentes en nuestras máquinas, que eran muy difíciles de eliminar, incluso utilizando productos de limpieza. Se requería un gran esfuerzo para mantenerlas limpias.»
Los expertos de MOTOREX analizaron el lubricante refrigerante existente en su laboratorio interno y enseguida pudieron identificar la causa del daño. Thomas Kientzl, director regional de ventas responsable, lo explica: «Se trata de una proliferación de bacterias en el refrigerante.»
Tras esta constatación, se inició un periodo de pruebas de seis meses, inicialmente en la máquina más afectada. Kientzl: «La sometimos a un exhaustivo proceso de limpieza y cambiamos a nuestro refrigerante SWISSCOOL 8000. Después, llevamos a cabo una formación in situ para su aplicación y mantenimiento y comprobamos continuamente el resultado en la máquina.»
SWISSCOOL 8000 es un lubricante refrigerante de uso general miscible en agua que contiene aceite mineral, sin boro ni formaldehído. Sus aditivos garantizan una excelente humectabilidad y efectos refrigerantes y lubricantes, además de proteger frente a la proliferación de bacterias y hongos.
La concentración del lubricante refrigerante aumenta durante el uso ya que el contenido de agua en el sistema de refrigeración se evapora como resultado de la circulación, las turbulencias, las altas presiones y el calor, pero el contenido concentrado (aceite mineral y aditivos) no se evapora. Cuanto más efectivo sea el comportamiento de flujo y, por tanto, el efecto de limpieza de un lubricante refrigerante, más limpias estarán las máquinas y las piezas de trabajo. Además, se pierde menos contenido concentrado con las virutas y las piezas de trabajo. Esto tiene un efecto directo en la denominada tasa postconducción, la concentración de la emulsión de relleno que se requiere para mantener la concentración objetivo especificada. La postconducción garantiza que todos los aditivos necesarios entran en la emulsión para que funcione correctamente.
Mientras que los lubricantes refrigerantes convencionales normalmente requieren una tasa postconducción del 3 al 4 por ciento para mantener, por ejemplo, una concentración objetivo del 8 por ciento, para el refrigerante de alta calidad SWISSCOOL 8000 basta con una media del uno por ciento. Esto supone una ventaja económica ya que se consume menos concentrado.
El éxito de la prueba de campo convenció a Rosenbauer para utilizar SWISSCOOL 8000 en todas sus operaciones de mecanizado de metales. El lubricante refrigerante se mantiene a través de filtros de banda y separadores de aceite. Los empleados miden periódicamente la concentración de la emulsión. El responsable de producción, Michael Brunmayr, explica: «Desde entonces, nuestras máquinas siempre están limpias, lo que hace que el trabajo de nuestros empleados sea más sencillo y agradable. El rendimiento de corte y la compatibilidad de los materiales son excelentes. También ahorramos costes ya que no tenemos que limpiar y tenemos una menor tasa postconducción.»
Además, la cooperación pragmática y de confianza y el soporte técnico in situ convencieron al cliente. Como afirma Thomas Kientzl de MOTOREX, que realizó visitas periódicas al centro: «Juntos hemos mejorado el proceso del usuario, en concreto la supervisión continua y los procesos de cuidado del lubricante refrigerante. Esto ha aumentado la vida de servicio y, por tanto, su sostenibilidad. La salud y la seguridad y la facilidad de trabajo son factores que han mejorado para los empleados.»
Rosenbauer desarrolla y produce vehículos y equipos de extinción de incendios, así como tecnología y sistemas de extinción para la protección preventiva contra incendios. La empresa, que se fundó en 1866, está presente en la actualidad en 120 centros en todo el mundo.
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